Localización:
Nicanor Parra es un poeta, matemático y físico chileno nacido el 5 de septiembre del 1914, oriundo de San Fabián de Alico, Región del Bíobío, fue el hijo mayor de Clarisa Sandoval Navarrete, tejedora, y Nicanor Parra Alarcón, profesor, ambos músicos aficionados, además es el mayor de los reconocidos hermanos Parra. El trabajo de Parra como profesor y sus múltiples viajes al extranjero por motivos de estudios marcaron a lo que hoy es considerado como uno de los poetas más influyentes en la literatura de habla hispana por haber creado la antipoesía.
La antipoesía se caracteriza por su esencia rupturista, conocida por romper con todos los esquemas de la poesía clásica, haciendo uso de la ironía y el lenguaje de la tribu como una base, con la intención de banalizar todo lo que era considerado sagrado. Las obras más famosas representantes del género de los antipoemas son por ejemplo su primera publicación Cancionero Sin Nombre, y Poemas y Antipoemas, ambos escritos por Nicanor Parra.
La Víbora se encuentra en la tercera sección del libro Poemas y Antipoemas, de Nicanor Parra, y por lo tanto, se puede decir que La Víbora es un antipoema neto, y por lo tanto, una de las obras más rupturistas de Parra.
Tema: El frívolo interés de la mujer moderna por el placer sexual y los bienes materiales.
Estructura irregular.
Métrica: Carece de estrofas, carece de rimas, y sus versos son de largo irregular.
Hablante lírico: Hombre Victimizado
Actitud lírica: Enunciativa
Apartado 1: Desde verso 1 hasta el 17
Subtema: Descripción de la miserable vida con la mujer
Apartado 2: Desde el verso 18 al 44
Subtema: Reencuentro con la mujer y rechazo por parte del hablante
Análisis por apartado:
Apartado 1:
El hablante lírico relata sus vivencias con la mujer que era su pareja, haciéndolo ver como un suplicio para el hablante. Y de alguna forma justificando el por qué, más adelante en el antipoema, el mismo hablante rechaza a la mujer cuando esta lo intenta engatusar.
El hablante además describe la paupérrima calidad de vida que la mujer lo hacía vivir, volviéndolo un ser muerto en vida, sin sentido, sin nada.
Parra hace alusión a la muerte en reiteradas ocasiones en el antipoema, habla de “Vivir en un barrio de lujo cerca del cementerio” “Una parcela no lejos del matadero” “Construir una especie de pirámide” “Estoy muerto de hambre”, estas alusiones reafirman su constante cercanía con la muerte y por ende su estado de muerte en vida.
Apartado 2:
Una vez separados, la mujer se vuelve a acercar al hablante con intenciones de engatusarlo y persuadirlo para que volvieran a estar juntos, pero el hablante se niega, argumenta que sus planes le inspiran desconfianza, que ya se cansó de ella, que solo era una artimaña de la mujer para volver a su estilo de vida de tortura. Se puede deducir que la víbora en el título es una representación de la mujer malvada y manipuladora con la que el hablante se había casado, y el hablante en realidad sería la presa o la víctima de la víbora. Este simbolismo además se relaciona con su incomprensión hacia la mujer moderna, de ciudad, ya que Nicanor Parra fue criado en el campo, y estaba acostumbrado a la mujer de campo, este desconocía los vicios de la mujer moderna. Una víbora se caracteriza por su letal veneno que le inyecta a su presa, la cual en este antipoema se ve simbolizada por el hablante lírico. Este veneno que la víbora (la mujer) le inyectó al hombre es la representación de la miseria en la que el hombre vivía, el veneno le corrompía la vida, y se la consumía, volviéndolo una especie de muerto viviente, carente de cualquier otro sentimiento que no fuese desesperación o tristeza.
Análisis verso por verso:
En el primer verso, el hablante introduce al lector a la triste historia de su experiencia con la “Víbora”, que resulta ser la mujer con que se casó. Explica que compartió con ella por “más de cinco años”.
El segundo y tercer verso habla en dónde vivían, al menos por temporadas, habla acerca de una “pieza redonda”, simbolizando un espacio reducido y sin descanso de las peleas y los conflictos que tenían con su pareja, en un “barrio de lujo”, “cerca del cementerio”, un barrio de lujo no puede quedar cerca del cementerio, esto es claramente una ironía usada para simbolizar lo contrario a lo expuesto, un barrio pobre, decadente y sucio. El cementerio simboliza la muerte, tal como expliqué en el análisis por apartado, estos símbolos de muerte son utilizados en reiteradas ocasiones durante el antipoema para enfatizar el estado de “muerte en vida”.
En los siguientes dos versos hay un paréntesis, en el cual habla de que “tuvieron que interrumpir su luna de miel para hacer frente a las ratas que se colaban por la ventana”, esta es una ironía, cuando habla de su “luna de miel”, y una metáfora, cuando habla de las ratas, ya que no eran realmente ratas, sino que debían hacer frente a sus constantes peleas y discusiones.
En los versos 6, 7, 8 y 9, se puede identificar una hipérbole, cuando el hablante lírico menciona como la “Víbora” llevaba un libro de cuentas, y que anotaba cada centavo que el autor le pedía en préstamo, esto es además una metáfora simbolizando que la mujer guarda cada error de este hombre en su memoria como un argumento que podría utilizar en contra de él, en otras palabras, sacárselo en cara.
En el siguiente verso, se exagera la situación de egoísmo de la mujer moderna al prohibirle al hombre usar algo tan básico y tan mundano como un cepillo de dientes.
En el verso 10, la mujer acusa al hombre de haberle arruinado su juventud, esta es una generalización por parte de Parra de las mujeres que muy comúnmente dicen esta frase cliché.
En los siguientes 2 versos, se vuelve a enfatizar la ambición y el interés de la mujer moderna por los bienes materiales, pero además la “deuda” de la que se habla es una metáfora para simbolizar la deuda emocional y afectiva que la mujer argumenta, esto se puede nuevamente relacionar con el título de este antipoema, dado que una serpiente en la biblia simboliza el pecado y la tentación a pecar, el adulterio, la ambición, etc.
En el verso 13, la mujer pone una excusa para justificar su interés, de nuevo algo común en la mujer, según Parra.
En los siguientes 3 versos, el hablante exagera su situación con una hipérbole, al decir que la mujer luego de manipular y obtener lo que quería del hombre, esta lo abandonó, se volvió un mendigo, deambulando por las calles y que fue encontrado varias veces “moribundo”.
En el verso 17, el cual es el último verso del primer apartado se habla de “las primeras hojas de otoño”, esta mención simboliza el pasar del tiempo.
Pasando al siguiente apartado, en el verso 18, todo cambia, el hablante ya no compartía con la mujer, y consideraba esto como un alivio.
En los siguientes 2 versos, el hablante se posiciona en una plaza, y dice que estaba posando frente a una cámara fotográfica, esto es en parte leguaje de la tribu, ya que ningún otro autor posaría frente a una cámara en una plaza, por el contrario, miraría la naturaleza como fuente de inspiración, miraría a la gente, o leería un libro. Este es un claro ejemplo de la intención de Parra de acabar con las estructuras poéticas de la época, y banalizar estos poemas.
En el verso 21, se habla de cómo unas “manos deliciosas” le vendaron la vista, metáfora que simboliza como de repente apareció la mujer a acaparar toda su atención.
En los siguientes dos versos el hablante y la mujer dialogan por primera vez, la mujer pregunta “quién soy yo”, a lo que el hablante le responde “Tú eres mi amor”, esto fue hecho probablemente por la mujer para comprobar si es que el hablante todavía la recordaba.
En el verso 24, la mujer le comienza a hablar cariñosamente al hablante, como si ella fuese la mujer más cariñosa y atenta del mundo.
En el siguiente verso habla de que le permitiera sentarse en sus rodillas de nuevo, eufemismo para decir que volviesen a estar juntos.
En el verso 26 podemos apreciar una clara ironía, cuando el hablante se percata que la mujer iba vestida solamente de un taparrabos, simbolizando el poder manipulativo y sexualmente atractivo del que la mujer abusaba para conseguir lo que quería del hombre.
El siguiente verso es muy peculiar, el hablante lírico se sale de la trama y se ubica en el presente, y luego comenta que “fue un encuentro memorable”, como quién da su opinión sobre alguna experiencia suya, y luego agrega “aunque lleno de notas discordantes”, esto es otra burla hacia la estructura nuevamente, dado que si una experiencia es memorable, es difícil que además sea algo negativo o que no se quiera recordar.
Desde el verso 29 en adelante, la “Víbora” comienza a tratar de persuadir al hablante para que estos volvieran a estar juntos, habla acerca de que se compró una parcela, no lejos del matadero. Esto representa una clara antítesis dado que una parcela representa la naturaleza, un tema muy recurrente en las obras de Parra, la felicidad, y la prosperidad, mientras que un matadero, aparte de representar la muerte, tema del que ya hablé, es antagónico a algo feliz, próspero y abundante.
En el verso 30 y 31 la mujer habla de su intención de construir una pirámide, otra vez haciendo alusión a la muerte.
En el verso 32 y 33, la mujer vuelve a lucirse, al hablar de su status social y económico, diciendo que dispone de buen capital, y que se tituló de abogado, una profesión que es considerada dentro de los estamentos sociales. Además menciona que ya terminó sus estudios, en el sentido de que no le volverá a exigir el dinero que antes le exigía, esta metáfora simboliza la promesa de no volver a exigir y presionar al hombre.
En el verso 34, la mujer sigue persuadiendo al hombre, al ofrecerle un negocio productivo, en el que fueran socios, simbolizando promesas de prosperidad económica.
En el verso 35 la mujer le propone al hombre construir su nido “Lejos del mundo”, esta metáfora en realidad simboliza la promesa de la mujer de olvidarse del resto, y dedicarse solo para ellos dos.
En el siguiente verso se demuestra el rechazo del hablante hacia la mujer, explica que sus planes le inspiran desconfianza. Este es un quiebre en la el antipoema, ya no habla más la mujer, ahora el hablante se descarga con ella.
En los siguientes 2 versos el hablante la acusa de ser capaz de dejarlo en la ruina si es que él volviese a convivir con ella.
En los versos 39 y 40 de nuevo se hace alusión al paso del tiempo, además el hombre expresa su entendible cansancio, por su tortuosa vida con la mujer.
En los versos 41, 42 y 43 el hablante ubica a la mujer en el rol de servidora, en el fondo cambia papeles con la mujer que tiempo atrás lo utilizaba y se aprovechaba de él. Le exige un vaso de agua, le exige comida, como una forma de descargarse con la mujer. Además el hablante utiliza una hipérbole para confirmar su muerte en vida.
El último verso es muy importante, dado que el hombre le da fin a su sufrimiento, descargando toda su rabia contenida al afirmar que no puede trabajar más para ella, no puede ser más un muerto en vida, no puede dedicarle un segundo más en su vida. Esta frase representa la liberación definitiva por parte del hablante de la mujer y el fin de su relación.
Conclusión:
En resumidas cuentas, Nicanor Parra hace una dura crítica hacia la mujer moderna, la cual es retratada como frívola, manipuladora e interesada por el placer sexual, consumiendo al hombre por completo, y volviéndolo un ser muerto en vida, llegando hasta el punto de compararla con una víbora, por su naturaleza dañina. Parra además complementa esta obra al romper todo tipo de la estructura poética clásica, cualidad característica de este autor y sus antipoemas, además de basarse en la ironía como su arma principal para establecer sus ácidas críticas en contra de la sociedad.